Jessica Angel y Colin
MacKenzie, una pareja australiana, no podrán mantener relaciones sexuales por
orden policial.
La pareja practicaba sexo de forma escandalosa, sobrepasando
el ruido permito cinco días a la semana. Por esta infracción la policía
australiana les ha entregado una orden en la que les obliga a abstenerse de practicar sexo.
En el país se ha
abierto un debate sobre la legitimidad de la orden, que según la opinión de muchos ciudadanos
vulnera la privacidad de Angel y Mackenzie.
Trevor Lovegrove inspector jefe de la policía, defendió la
medida declarando, "En el pasado, la policía fue llamada muchas veces a la
propiedad y se les hicieron advertencias".
AP
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