La asociación granadina para la 'Recuperación de la Memoria Histórica' ha impulsado la exhumación de los restos de once personas que fueron fusiladas en 1947 por motivos ideológicos y por estar acusados de colaborar con las guerrills antifranquistas, de dos fosas comunes en Pinos del Valle (Granada).
Al hallazgo se le suma la localización de los restos de un pastor que fue enterrado de manera individual junto a las otras dos fosas, tras ser torturado hasta la muerte. El hecho fue ocultado por la Guardia Civil haciendo creer que se había suicidado en su celda. En 1980 las autoridades seguían dando por buena esta versión denegando así a la viuda una pensión por considerar que su marido no había sido una víctima por parte de la represión franquista.
La actuación ha sido llevada a cabo por parte de un equipo arqueológico dirigida por el experto Francisco Carrión por petición de dos familiares de las víctimas, Maravillas Martínez y Julia Díaz, y se ha prolongado durante dos semanas.
En un principio se buscaba a cuatro personas en una fosa común localizada en un barrio de Pinos del Valle, junto a la Iglesia de la Inmaculada. A pesar de eso, se localizó junto a la fosa otra con los restos de siete personas más, varones procedentes de la zona de Almuñécar (Granada) y colaboradores de la guerrilla. En un principio se dijo que su muerte era por enfrentamientos con la Guardia Civil, pero la verdad es que fueron objeto de una redada y víctimas de torturas durante los interrogatorios que se les hacian para que delatasen a sus compañeros.
Los familiares se desplazaron el jueves desde Almuñécar para ver los últimos trabajos de exhumación y comenzar con el proceso de identificación de ADN para individualizar los restos y que los familiares puedan darle porfín sepultura. //AFG
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